MTB DESIDIA 2017
Teníamos idea MIGUEL y yo de combinar una ruta con otra para la salida del domingo por los alrededores de Betanzos.
A última hora del sábado,se nos apuntó MARTÍN, comentando de paso que podríamos probar de hacer una ruta que descargara y pasará al track.En teoría no era muy difícil,con un desnivel de menos de 1000 metros por las laderas del río Lambre.
A nosotros nos daba igual una ruta que otra.Le dijimos que si y de quedar a las 8h30 en el pabellón, lugar desde donde solemos salir.
La mañana del domingo,se presentaba nublada y con una óptima temperatura para disfrutar de la bici.
Salimos rumbo al campo de Los Caneiros, por la orilla del Mandeo dirección a la primera ascensión,el Boceto.
Esa subida ya la tenemos muy mamada, varias veces al mes solemos ir por ahí.
Llegados a la cima,en la parroquia de Villamourel, cogimos rumbo a Paderne por parte de la ruta de las 7 JOTAS.
En Paderne, después de cruzar la carretera general,nos volvimos a adentrar por el monte aunque la mayoría de las veces por pistas forestales.
En Villozas, fuimos dirección al conocido "Galibier", pensando que bajaríamos hacía el río Lambre por la zona asfaltada.Sin embargo, fuimos por una pista forestal paralela que poco a poco se iba reduciendo, pasando a sendero ....y a continuación casi selva, aunque realmente entre helechos y eucaliptos.Una zona muy frondosa, húmeda y muy resbaladiza cuanto más te acercabas al río.Esa última parte, bajamos por un arroyo, hierbas y agujeros bastante hondos....donde tuve la primera "librada" del día,al irse de delante la bici, controlando la situación afortunadamente.
Llegados abajo,vas llaneando casi pegado al río por asfalto en dirección de Ponte Do Porco.... aunque al poco rato,se acaba la alegría, empieza una subida bastante constante rumbo al lugar Do Tres.
Una zona de tierra,arena, barro y piedras.... poniendo pie a tierra alguna que otra vez.
Después de eso, empieza otra zona divertida de dicha ruta para mi,entre monte y cortafuegos.
Pasado eso, llegamos a Sombreo en los altos del concello de Miño,a lo lejos la playa, aunque nosotros volvemos al monte rumbo a Ponte Do Porco.
Una bajada rápida por senderos y una zona en paralelo a la autopista en plan salvaje por el medio de las hierbas ocultando totalmente alguna que otra sorpresa,tipo piedras o hoyos.
Otra vez en la orilla del Lambre,y después de algo de asfalto, cruzamos un puente de piedra,parte del camino inglés de Santiago.
Ahí realmente, empieza lo más duro de esa ruta.
Al pasar el puente de piedra,unas rampas explosivas por gravilla y asfalto, aunque bastante llevaderas por algunas zonas de llaneo,y unos cuantos falsos llanos.
Después de unos pocos kilómetros,bajada muy rápida por pistas forestales repletas de ramas, hojas y piedras....y ahí la segunda "librada" del día,de la misma manera que la anterior, aunque esta vez a más velocidad y con un testigo, MIGUEL, que me vio más besando el suelo que otra cosa.
Lo peor llega ahora,a continuación de esa bajada,y después de 30 kilómetros de rompe piernas, empieza la subida a Villozas.Una dura ascensión, continúa, larga,sin ningún metro para tomar aire o relajar las piernas.
Más que sufrir,el aburrimiento de no levantar cabeza,la cadencia,y llegar un momento que notas que chorreas por todos lados.Fuera casco y seguir subiendo.
Por fin en la cima,y después de varios kilómetros acordándome de MARTÍN y sus familiares por dejarle escoger la ruta,le preguntó que cuantos metros de desnivel había.
Resulta que mira el track,y llevábamos casi 1400 metros, mientras la ruta descargada, ponía en total unos 910 metros.
Después de tomar aire,resulta que parte del final de nuestra ruta,va transcurriendo al revés del primer tramo de la RDA.Aun así, tuvimos la suerte de bajar el Gas.....y a continuación, rumbo a Betanzos O Vello.
Llegada al pueblo, por Caraña.
Con ansias de sentarme en una terracita tomando una cerveza,.....no,..... MARTÍN tenia el capricho de bajar las escaleras que unen el lugar da Volta do Codo hasta el puente de la vía del tren sobre la ría de Betanzos.
Rematada esa bajada de escalones, debido a la hora que era,la cebada y las tapas, quedarían pendientes para otro día.
Al llegar a casa, la verdad que estaba bastante cansado,y pensando que seguramente fuera una de las rutas más dura que hiciera.
Viéndome llegar,mi hijo mayor quisó lavarme la bici,pues adelante, aunque el pequeño también quería unirse.
Después de la ducha, ningunas ganas de cocinar,así que por un día,toca un capricho de los más sabrosos....una pizza auténtica.
Después de comer,si que tocó limpiar más a fondo la bici,y engrasarla bien y apunto para la próxima salida, que será la V Ruta BTT de Oza Cesuras.
Las fotos de esta ruta:
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